Respuesta científica

Cuando cortamos una cebolla, rompemos las células que la componen, liberando una mezcla de compuestos químicos. Uno de los principales responsables es una enzima llamada alinasa. Esta enzima reacciona con los compuestos sulfurados de la cebolla, generando un gas llamado óxido de propanotial. Este gas es volátil, lo que significa que se dispersa fácilmente en el aire.

Cuando el gas entra en contacto con nuestros ojos, se mezcla con el agua de la superficie ocular y forma un ácido leve, el ácido sulfúrico. Este ácido irrita las terminaciones nerviosas de los ojos, provocando esa molesta sensación de escozor y, como respuesta natural, nuestras glándulas lagrimales producen lágrimas para intentar eliminar el irritante.

En resumen:
Las cebollas nos hacen llorar porque, al cortarlas, sueltan un gas que sube hacia nuestros ojos. Este gas se mezcla con las lágrimas y forma una sustancia que pica. Como reacción, nuestros ojos producen más lágrimas para protegerse y limpiarse.


Métodos para reducir el lagrimeo

  • Sumergir la cebolla en agua durante 5 minutos antes de cortarla.
  • Enfriar la cebolla: Bajas temperaturas ralentizan las reacciones químicas.
  • Cortar la cebolla bajo agua corriente: El agua disuelve el gas antes de que llegue a los ojos.
  • Usar un cuchillo afilado: Un corte limpio rompe menos células que uno irregular.
  • Usar gafas o lentes de contacto: Funcionan como barrera física.

¿Sabías que…?

La cebolla más pesada pesa 8,97 kg (19 lb 12,4 oz) y fue cultivada por Gareth Griffin (Reino Unido).

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